¿Por qué la ciudad de Mar del Plata se llama así?
RESPUESTA
DESCUBRIMIENTO
La referencia escrita mas temprana de la región de Mar del Plata, es la de Fernando de Magallanes en el año 1519, quien dio el nombre de Punta de Arenas Gordas, a la que hoy conocemos como Punta Mogotes, durante su primera expedición que pasó por nuestras costas.
Unos años después, en 1525, Loayza la rebautizó como Cabo de Arenas Gordas.
Años después, el corsario inglés Francis Drake en 1575, navegó el océano Atlántico y con su bergantín pasó frente al actual paralelo 38 de la América India (nuestra costa). Francis Draque, quizá haya sido el primer hombre blanco que fijó sus ojos, con interés, en el paraje que alguna vez sería Mar del Plata. No fue para admirar la belleza del paisaje.
Francis Draque, el primer inglés en atravesar el Estrecho de Magallanes, navegaba por mares desconocidos y debía confeccionar sus cartas marítimas. De ahí que su bergantín se acercara constantemente a la costa para buscar puntos de referencias que le fueran útiles.
Al pasar por estos lugares y llegado a la costa, descubrió nutridas manadas de lobos marinos. A ese lugar lo bautizó "Cape Lob". Hoy día se lo llama "Cabo Corrientes".
El primer hombre blanco que llegó por tierra a estos lugares, fue Juan de Garay (el segundo fundador de la ciudad de Buenos Aires). Fue en noviembre de 1581, que llegó a caballo acompañado de unos cuarenta soldados españoles. Tuvo una entusiasta impresión del lugar y la comunicó al rey de España en éstos términos: "Es muy galana costa y va corriendo una loma llana de campiña (la actual loma Santa Cecilia) y por algunas partes pueden llegar carretas hasta el agua. Es tierra muy buena para sementeras. Legua y media de la mar se acaba un tramo de cordillera que baja de la tierra adentro. Muestra grandes peñascos y en lo alto, campiñas y en la costa en algunas partes, descubre pedazos de peñascos donde hay gran cantidad de lobos marino
Las notas de su recorrida, permiten conocer aspectos culturales de los primeros habitantes de esta región.
Costa galana
CONTACTO HISPANO-INDIGENA:
La llegada de los españoles y expedicionarios de otras naciones europeas, al actual territorio argentino, gestó cambios en la vida de las sociedades indígenas. Con el abandono de la primera Buenos Aires en 1541, los europeos dejaron libres algunos caballos y yeguas que se reprodujeron rápidamente en un hábitat completamente favorable como las llanuras de nuestra pampa. La población indígena que dispuso de estos animales, aprendió a sacarle provecho y adquirió un gran dominio sobre ellos. El mismo Juan de Garay al fundar Buenos Aires por segunda vez en 1580, se sorprendió por la gran cantidad de caballos salvajes descendientes de aquellos, abandonados 40 años antes.
La expedición que comandaba con el propósito de reconocer la costa marítima, llega en noviembre de 1581. Su testimonio indica probables intercambios de productos (ponchos y metales por ejemplo), con indígenas de otras áreas.
Con el tiempo, nuestros indios pampas fueron mejores jinetes que los españoles, capaces de montar sin silla ni aparejo. Con la introducción del ganado caballar y vacuno, se iniciaron fuertes transformaciones de la milenaria economía indígena. Comenzaron a conformarse núcleos de economía de tipo pastoril, basada en el manejo del ganado. Las llanuras pampeanas, en especial el sector oriental de las Sierras de Tandilia, se constituyeron en un importante centro de abastecimiento y engorde de ganado caballar.
En una primera etapa los indígenas capturaban ganado cimarrón, mientras iban logrando sus propios rodeos de animales mansos. A su vez, comenzaba el establecimiento de relaciones comerciales entre "indios" y "blancos". El ganado también fue utilizado para resolver sus necesidades de alimentación, transporte y manufactura de cueros.
Como testigos de aquella compleja economía mercantil, aún permanecen en cercanías de Mar del Plata y Balcarce, las ruinas de grandes estructuras de piedras, llamadas por los lugareños "corrales de los indios". Posiblemente algunas de ellas fueron construidas por indígenas, en cercanías de cursos de agua, para contener y controlar caballos y yeguas especialmente. Algunas son de grandes dimensiones, sus muros fueron construidos de piedras apiladas (pircas) que en algunos casos, alternan con bloques rocosos naturales.
Desde que los indígenas se hicieron de los caballos, aprendieron a dominarlos y con el tiempo, comenzó a disputar palmo a palmo el suelo que le quieren quitar. Tanto se hizo el indio al caballo, que no da un tranco si no va montado en él. Y así el hombre cobrizo de América conquistó el arma principal, con la cual luchó sin tregua por la posesión de la tierra.
Luego, en las vastas extensiones de la pampa, el indio a caballo se torna en el hombre del desierto y todo lo que realiza lo hace pegado al cuerpo del animal. Para amansarlo se pasaban semanas enteras adiestrándolos.
El caballo domado por el indio no se dejaba montar por el hombre blanco. El indio lo hacía por el lado derecho, es decir, por el lado del lazo. El indio valía por los caballos que tenía. Lucio V. Mansilla, en su libro: Una excursión a los indios ranqueles, nos cuenta:"La importancia del indio se mide por el número de caballos que posee. Así, cuando quieren dar la medida de que el indio vale, de lo que representa o significa, no empiezan a decir: es dueño de tantos rodeos de vacas o manadas de yeguas o majadas de ovejas y cabras, sino cuantas tropillas tiene, en las que pueden cabalgar tantos indios. Lo que quiere decir que en caso de malón (guerra india), podrá poner en marcha muchos y si el malón es coronado por la victoria, tendrá parte en el botín con arreglos al número de caballos que ha suministrado".
El indio cuidaba su caballo como a su propia vida. Si era dueño de un buen animal no comía ni dormía por cuidarlo. Y de noche, toda la familia dormía en torno para que no se lo robaran. Y era porque en la pampa, después de la llegada de los españoles, el indio dependía plenamente de su caballo.
Así nuestro indígena con su caballo, retrasó cientos de años la posesión de las tierras del sur por parte de España y luego de la Argentina. El indio poseedor ya del caballo se hace, en cierta forma, dueño del desierto. El dilatado espacio del territorio que se extendía en aproximadamente los 30 y 42 grados de latitud sur, se hizo un reducto inexpugnable.
En el lapso de 1536 a 1580, es decir, entre las fundaciones de Pedro de Mendoza y de Juan de Garay, el ganado cimarrón se había reproducido increíblemente. Los pampas se habían llenado de vacas y de yeguarizos. Ciento de miles de ganado salvaje andaba suelto en aquella inmensidad de territorio.
Buenos Aires ampliaba sus fronteras y el animal salvaje se iba cada vez mas lejos, y sus habitantes no estaban conformes con los productos que le llegaban de las chacras aledañas. Los cereales y legumbres, de una incipiente agricultura no los conformaban, necesitaban carne. Como ellos también se consideraban dueños de los animales salvajes, por ser los que trajeron los primeros planteles, echaban manos de ellos en cuanto podían. Pero luego había que irlos a buscar donde reinaba el indígena, a la gran llanura pampeana. Así nacieron las vaquerías. Lo que en un comienzo fue una tarea rural, se convirtió en una verdadera expedición de caza de animales cerriles.
Partía el grupo cazador desde la ciudad y se internaba en la pampa húmeda y luego se quedaba a merced de su destino. Operaban desde el caballo con un instrumento ideado por los españoles. Un palo largo terminado en un hierro afilado como una navaja en forma de medialuna, abierta hacia afuera, llamado "jarrete"
Al animal perseguido, con un certero golpe dado de atrás le cortaban el tendón de Aquiles, un poco mas arriba del garrón, con lo cual el animal caía y no se podía levantar más. Cuando lo creían suficiente, se bajaban del caballo, mataban a los animales caídos y los faenaban. Todo era tan abundante que a muchos animales le sacaban el cuero y la carne quedaba para los chimangos y caranchos.
Entonces indios y blancos, compitieron en la explotación irracional del mismo bien. Así comenzaron a producirse los malones. La guerra india y la réplica, que duró más de dos siglos.
www.mardelplata-ayer.com.ar/
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OTRAS RESPUESTAS
debido a ciertas condiciones especificas marinas (por no decir geograficas), la temperatura, la salinidad. pero mas que nada 2 factores imprecindibles.
el color del fondo y profundidad hacen que el mar tenga un tono azul obscuro, sumamos las ventaneras, o constante brisa marina que circula en esa zona. y crea un efecto de mar rizado.
no con olas, sino con muchas crestas de olas rompientes, si tuvieras la chance, ahora en invierno de tener una vista aerea. verias que el mar pareciera estar escarchado y pareciera un mar de plata.
de hecho el mismo nombre de argenta (plata) derivo en argentina (creo).
te lo digo como marino que lo paso varias veces.
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